Olla de corrupción: de la UNGRD a Afinia

En Hora20 el análisis a la olla de corrupción que se destapa de nuevo en el país, como ocurre cada tanto en los distintos gobiernos El análisis a lo ocurrido con las ollas comunitarias en La Guajira y el posible desvío de recursos para campañas políticas, también una mirada a las figuras políticas salpicadas en el escándalo de los carrotanques que habría terminado en dádivas para la aprobación de las reformas. También lo que ocurre en Medellín a raíz de las revelaciones de Afinia. Después, la polémica por un borrador de decreto que unificaría las agencias de inteligencia en el país.

Lo que dicen los panelistas

Para Gabriel Cifuentes, abogado, exsecretario de Transparencia de la Presidencia y profesor universitario, explicó que una cosa es la responsabilidad legal que debe proceder ante las investigaciones y otra cosa la responsabilidad política, donde hoy todos quieren escurrir el bulto, “hay que respetar la presunción de inocencia y el debido proceso, pero si se llega a confirmar lo denunciado, queda claro que ni el gobierno del cambio, ni la izquierda ha podido reemplazar prácticas clientelares y corruptas”. Resaltó que los corruptos no son hermanitas de la caridad, “hay un beneficiario y beneficio y hay que llegar las últimas consecuencias. Si no es robo de plata, sino facilitar recurso para tramitar proyectos, el beneficiario sería el gobierno; eso se debe destapa”.

De otro lado, dijo que es importante saber dónde están los organismos de control, “las mejores “ías” son la prensa, se abren investigaciones por titulares, ¿Dónde está la función preventiva? No se puede combatir corrupción sin prevención”.

Paca Zuleta, abogada, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes y exdirectora de Colombia Compra Eficiente, detalló que la UNGRD es una unidad que tiene riesgo de corrupción mayor en la contratación que cualquier otra entidad, “el director y subdirector tienen discrecionalidad para contratar porque enfrentan crisis”, además, dijo que desde el día cero fue raro hablar de discrecionalidad en el tema del agua y los carrotanques, cuando el problema del agua en La Guajira no es reciente.

Manifestó que la ausencia de herramientas gestión pública es asombrosa, “la idea de ollas comunitarias tiene mucho sentido en algunas regiones y la norma les permite contratar con organizaciones de base con un tope de plata”, de hecho, dijo recordó cuando en los gobiernos Uribe y Santos se pensaba en trabajar con comunidades en algunos casos, “son ideas buenas para incorporar a comunidades en la entrega de bienes públicos, pero el punto es cómo lo diseño y lo entrego”.

Para Antonio Sanguino, exsenador, exconcejal, exjefe de gabinete de la Alcaldía de Bogotá, hay un problema en la arquitectura institucional en la atención de desastres, pues asegura que hay un trauma de nacimiento en la creación de la UNGRD, “lo que ocurre es una repetición y se necesita reingeniería en política de atención de riesgo, pero no solo en la Unidad. Hay un problema de corrupción enquistado en la Unidad de Riesgo, es una corrupción generalizada”.

Sobre el principio de oportunidad, dijo que se ha convertido en una herramienta extorsiva, “ahora dicen que eran mansas palomas que solo obedecían órdenes y no tenían responsabilidad y hablan de “4 mil millones, pero el sobrecosto es de $20 mil millones. No sabemos de dónde viene esa plata. Mientras hacemos reingeniería del principio de oportunidad, esta Fiscalía y esta Corte deben avanzar en este caso”.

Luz María Sierra, periodista y directora de El Colombiano, manifestó que hubo un acto de magia, “el agua convertida en mermelada y ollas comunitarias en ollas podridas. No es un problema de diseño institucional, la responsabilidad es de quien nombró a Olmedo”. También dijo que el exdirector de la Unidad de Riesgo dice que siguió instrucciones, instrucciones que vendrían de Carlos Ramón González, “no es un problema de estructura institucional, es un problema de ética, les parece bien comprar congresistas para votar a favor de unas reformas”. Sobre este punto dijo que una consecuencia del escándalo debe ser no debatir las reformas del Gobierno, pues considera que son proyectos ilegítimos.

Por último, dijo que lo que se hizo fue una chambonada, “de un día para otro no se diseña un programa o unas ollas comunitarias. Todo coincide con elecciones, el dinero del agua y del hambre mal utilizado. No puede haber peor escándalo”.